Tito llegó al refu un 17/12/2019. Era de noche, lo trajo una vecina mientras él convulsionaba. Lo entramos, y pasamos la noche en vela con él a upa, abrazándolo en el baño. Convulsionó varias veces esa madrugada. Al día siguiente, bien temprano, lo llevamos con nuestro veterinario. El diagnóstico fue que había recibido varios golpes en la cabeza (patadas, palazos). Le pasaron suero con medicaciones y vitaminas para descomprimir y desinflamar la cabeza.

Al principio sólo quiso agua, luego comida con jeringa, estaba ciego, no caminaba, no controlaba esfínteres. Cuando logró caminar, lo hacía en círculos, Tenía solo 3 meses, era un bebé... y alguien se había enojado con él... alguien lo había golpeado. No sabemos quién fue o qué pasó en realidad. Sólo pensamos en actuar rápido y salvarle la vida y Tito tenía ganas de vivir, de salir a jugar, de hacer amigos. El veterinario le dio medicación para las convulsiones en ese momento, las tomó un par de meses y mejoró.

Con el tiempo logró ver, caminar, escuchar y entender lo que le decíamos. Hoy Tito está en su mundo, no es igual a los otros, tiene daño neurológico, pero es feliz.  

El 20/05/2021 nos avisa un policía de la zona que una perrita había sido atropellada por un camión el día anterior. Los vecinos nos comentan que lo que sucedió fue que, en medio de una riña familiar, la perra se metió, la empujaron y el camión la atropelló. Pasó toda la noche en la calle, nadie la ayudó. La fuimos a buscar, estaba hipotérmica y era puro hueso, una pata lastimada, con las encías pálidas, y sin poder caminar.

La llevamos con nuestro veterinario de cabecera, tenía leche en las mamas, así que hacía poco había sido madre. Le vendaron la pata porque tenía fractura expuesta, había que esperar si soldaba o se operaba. Al día siguiente, le hicieron placas, y aprovecharon la sedación para acomodar el hueso de la pata y suturar, dejando un agujerito Las placas mostraron que tenía líquido biliar en el tórax del lado derecho. Había sospecha de que tuviera el intestino salido de lugar. La tenían que operar. Era complicadísima la cirugía (había que inflar y desinflar el pulmón mientras le sacaban líquido) Cuando abrieron vieron que tenía todos los órganos en el tórax, los pusieron en su lugar, la ayudaron con oxígeno artificial, y al desenchufarla no saturaba uno de los pulmones. Pero lo logró... salió bien de la cirugía, incluso la castraron. 4 horas de operación y una hora más para ver si saturaba sola.

Pasaron los días, las semanas, los meses, y ella se iba recuperando cada día más, engordó de a poco, su pata se soldó, quedó recta, pero no le molesta, corre como loca, juega sin parar, es feliz. Aún sigue en el refu.

Tenía 10 meses aproximadamente, estaba en un descampado tirada, al lado había una quinta con pileta, la veían y los chicos la molestaban, la arrastraban, le tiraban piedras. No podía mover sus patas de atrás, había tenido moquillo. Nos dieron el alerta y pidieron ayuda por ella. Fuimos a buscarla el 20/11/2020. La llevamos al veterinario, la medicaron, el vete confirmó post moquillo y que la secuela fue su parálisis. También tenía demodexia. No nos dan esperanza con que vuelva a caminar, le recetan un carrito, una simpárica para el problema de la piel, paulferón, y complejo vitamínico. El carrito se lo donan a medida y lo usó un tiempo, tomó vitaminas, medicaciones, y un día (el 16/4/2021) empieza a caminar. Como puede, medio tambaleando, pero hoy Anita, camina y corre. 

El 23/12/2020 nuestros vecinos nos avisan que una perrita se había metido en una casa, le comió la comida al perro de un vecino y el señor le pegó con un palo y la dejó tirada sin caminar. La llevamos al veterinario, tenía poca sensibilidad en la parte lumbar, y en sus patas traseras, no caminaba, gracias a los palazos que recibió en la mitad de la columna. La medicaron para descomprimir y bajar la fiebre, le hicieron placas y según el vete no iba a volver a caminar. El 1/2/2021 Rubia se para, pero nosotros le dimos vitaminas y descanso. Desde entonces Rubia, camina, con algo de dificultad, pero va.

Rubia sigue en el refugio.

El 22/11/2020 fuimos a buscarlo a Tortuguitas. Una chica lo alimentaba. No movía sus patas traseras, las tenía hinchadas. Lo llevamos al veterinario y tenía fractura de fémur, tenía mucho líquido en cadera y columna y no se veía bien qué más podía tener fracturado, se le dio medicación para el dolor, descomprimir y eliminar el líquido. Volvimos a hacer placas y salió que tenía también la pelvis fracturada, más infección en el muslo (1/2 litro de pus le sacaron). Tomó antibióticos y lo curamos todos los días. Tuvo complicaciones para defecar por la fractura de pelvis.

Así y todo, el 16/2/2021 Frank empezó a caminar. La pelvis se curó, el fémur soldó. Tomó vitaminas, tuvo buena alimentación, lo fuimos acompañando a caminar por el terreno del refu y así se largó solo.

Frank sigue en el refugio.